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Diferencias entre depósitos temporales y depósitos simples: ¿Cuál necesitas?

En el complejo mundo de la logística y el comercio exterior, el correcto manejo del almacenamiento de mercancías es un factor decisivo para la eficiencia operativa y el cumplimiento normativo. En el contexto peruano, existen dos figuras clave que regulan y organizan el flujo de mercancías en tránsito o en proceso de nacionalización: los depósitos temporales y los depósitos simples. A menudo confundidos por su aparente similitud, estas dos modalidades cumplen funciones distintas, responden a normativas específicas y tienen un impacto directo en los tiempos, costos y riesgos de la cadena logística.

Conoce las diferencias entre depósitos temporales y depósitos simples: ¿ Cuál necesitas? aportando claridad sobre sus características, beneficios, limitaciones y criterios para decidir cuál conviene más según el tipo de operación. Además, se presenta la experiencia de ATSAC, empresa peruana líder en almacenamiento, como caso de referencia en la aplicación eficiente de ambas modalidades.

¿Qué es un depósito simple?

Un depósito simple es un espacio destinado al almacenamiento de mercancías que ya han sido nacionalizadas o están en proceso de ser utilizadas dentro del país, pero que no requieren aún ser movilizadas. Este tipo de depósito no está sujeto a control aduanero directo, y su uso principal es mantener productos listos para distribución interna, fabricación o reexportación no inmediata.

En los depósitos simples, el control y la responsabilidad sobre las mercancías recae plenamente en el operador logístico o el importador. Es una solución muy común en sectores como el comercio mayorista, alimentos procesados, industria farmacéutica o distribución minorista, donde se requiere mantener inventarios regulados y organizados cerca de los puntos de consumo o manufactura. El uso de depósitos simples permite a las empresas aplicar políticas de stock, rotación de inventario, clasificación, embalaje y preparación de pedidos con total autonomía, siempre y cuando se cumplan con las normas sanitarias, de seguridad y trazabilidad exigidas por los entes reguladores.

¿Qué es un depósito temporal?

A diferencia del depósito simple, un depósito temporal es una instalación habilitada por la SUNAT (Superintendencia Nacional de Administración Tributaria) para el almacenamiento de mercancías que aún no han sido nacionalizadas. Estas mercancías se encuentran en una etapa de internamiento aduanero y están sujetas a revisión, aforo, verificación documental o física y posterior pago de tributos, si corresponde.

Los depósitos temporales cumplen una función crítica en el comercio exterior, ya que permiten retener la carga importada por un tiempo determinado (generalmente hasta 30 días) sin que esta incurra en penalidades ni se considere abandonada. Durante este tiempo, el importador puede completar trámites, corregir errores, gestionar autorizaciones o, incluso, solicitar transbordo o devolución.

La administración y custodia de estos depósitos debe cumplir estrictamente con las disposiciones de la SUNAT, incluyendo vigilancia 24/7, sistemas de trazabilidad, control de accesos y registros detallados de cada movimiento de mercancía. Su funcionamiento es esencial para garantizar que las mercancías en tránsito internacional cumplan con los requisitos legales antes de ser liberadas al mercado.

Principales diferencias entre depósitos temporales y depósitos simples

Aunque ambos tipos de depósitos tienen como función principal el almacenamiento de mercancías, su propósito logístico, condiciones operativas y regulación legal presentan diferencias sustanciales que impactan directamente en los procesos aduaneros, costos operativos y flexibilidad del inventario. Entender con claridad estas diferencias es esencial para elegir la modalidad adecuada según el tipo de operación.

Naturaleza de la mercancía

En los depósitos simples se almacenan productos que ya han sido nacionalizados, es decir, que han pasado por el proceso aduanero y han cumplido con todas las obligaciones fiscales y legales para su libre circulación dentro del país. Los productos están listos para ser usados, comercializados o distribuidos internamente.

En cambio, en un depósito temporal se mantienen mercancías que aún no han sido nacionalizadas y que se encuentran en proceso de inspección o autorización por parte de la aduana. Son parte del flujo de importación y su liberación depende del cumplimiento de requisitos documentarios, pagos de tributos y revisiones aduaneras.

Control aduanero

El depósito temporal está estrictamente bajo supervisión directa de la SUNAT, lo que implica protocolos rigurosos en el ingreso, permanencia y salida de mercancías. Las empresas que operan este tipo de depósito deben contar con autorización oficial, software homologado para trazabilidad y medidas de seguridad robustas. Cualquier movimiento o manipulación requiere autorización expresa.

Por su parte, el depósito simple no está sometido al control directo de la aduana. Esto otorga mayor autonomía al operador o propietario de la carga para organizar, manipular y movilizar la mercancía según su propio ritmo comercial o logístico, siempre que cumpla con las regulaciones generales aplicables (sanitarias, laborales, de seguridad, etc.).

Tiempo de permanencia

El tiempo permitido de almacenaje en un depósito temporal es, por lo general, de hasta 30 días, contados desde el ingreso de la mercancía. Este límite responde a la necesidad de mantener el control aduanero sobre productos en tránsito y evitar congestionamientos en la cadena de importación. Exceder este plazo puede conllevar multas o la declaración de abandono legal del producto.

En contraste, los depósitos simples no tienen un límite de tiempo definido por la autoridad, permitiendo que las mercancías permanezcan almacenadas por semanas, meses o incluso años, según las políticas internas de inventario del propietario. Esta flexibilidad resulta especialmente útil para productos de rotación lenta, reservas estratégicas o distribución escalonada.

Manipulación

Uno de los mayores contrastes operativos se encuentra en la manipulación de la carga. En un depósito simple, el operador puede realizar libremente actividades como reempaque, etiquetado, fraccionamiento, ensamblaje ligero, preparación de pedidos, entre otros. Esto convierte al depósito simple en una extensión eficiente del centro de distribución, facilitando operaciones logísticas de valor agregado.

Por el contrario, en un depósito temporal, cualquier manipulación sobre la mercancía está restringida y sujeta a autorización previa de la SUNAT. Se permiten únicamente operaciones mínimas que aseguren la integridad de la carga (como inspecciones físicas, control de humedad o ventilación), sin alterar su presentación o contenido. Esta limitación puede afectar operaciones que requieren urgencia o ajustes logísticos inmediatos.

Responsabilidad

En el depósito temporal, la responsabilidad legal sobre las mercancías es compartida entre el operador del depósito y la autoridad aduanera. Esto implica que el operador debe mantener un riguroso control documental, sistemas de trazabilidad y reportes constantes sobre la situación de cada unidad de carga.

En cambio, en el depósito simple, la responsabilidad recae exclusivamente en el dueño o administrador de los productos, quien tiene la libertad de decidir sobre el destino, manipulación y permanencia del inventario. Sin embargo, también debe asumir los riesgos asociados a pérdida, deterioro o fiscalización por parte de otras entidades del Estado.

Estas diferencias entre depósitos temporales y depósitos simples son clave para definir el tipo de almacenamiento que conviene usar en cada etapa del proceso logístico, especialmente cuando se trata de importar mercancías, manejar inventarios o planificar la distribución.

Experiencia de ATSAC

ATSAC, empresa con más de tres décadas de experiencia en almacenamiento y distribución, ha sido un referente en la correcta aplicación de depósitos simples y temporales en Perú. Desde su origen en Trujillo como parte del Grupo TRC, ATSAC se ha especializado en sectores de alta exigencia como el trading de granos y alimentos no perecibles, ofreciendo soluciones certificadas que cumplen con las exigencias regulatorias y logísticas del mercado.

Gracias a su presencia en puntos estratégicos como Callao, Paita y Salaverry, y a su compromiso con la calidad y seguridad, ATSAC administra centros de distribución que integran ambos tipos de depósitos, brindando a sus clientes la posibilidad de importar, almacenar y distribuir sus productos con eficiencia, transparencia y respaldo normativo. Esta experiencia demuestra que una gestión experta de ambas modalidades no solo mejora la fluidez de la cadena de suministro, sino que también reduce costos, mejora tiempos de entrega y garantiza el cumplimiento de las normativas aduaneras y sanitarias.

¿Cuál necesitas?

La elección entre un depósito temporal o un depósito simple depende del estado legal de la mercancía, los tiempos de operación, los costos previstos y el modelo de negocio. Comprender las diferencias entre depósitos temporales y depósitos simples permite a importadores, distribuidores y operadores logísticos tomar decisiones informadas que optimicen sus procesos.

Para operaciones con mercancía extranjera que aún no ha sido nacionalizada, el depósito temporal es la opción ideal. Para inventarios ya regularizados que requieren flexibilidad y almacenamiento operativo, el depósito simple es la solución más eficiente. Empresas como ATSAC son el mejor aliado para ayudar a evaluar y aplicar la estrategia adecuada según cada necesidad logística. Contacta con nosotros haciendo Clic Aquí o llamando al +51 945 263 030. También puedes escribirnos comercial1@almaceneratrujillo.com.pe. Contamos con una infraestructura robusta en Lima, Trujillo y Paita, diseñada para satisfacer las necesidades más exigentes de almacenamiento. Servimos al mundo con integridad

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